[Imposible reducir a una crónica toda la vida y, en algunos momentos, la alusión puntual y la tensión que se vivió en la reunión del pasado martes día 14. Detrás de algunas intervenciones a que se alude a continuación, hay interrupciones emotivas y vivencias que no se pueden reducir a una mera descripción.]Comienza José Luís presentando a Feli, una señora de Zamora con gran capacidad para conectar con el más allá y dispuesta a colaborar con él en El Vuelo de la mariposa. Como guía de la reunión, seguimos las preguntas del Cuestionario 2/2006-07 que se envió en la última Comunicación:Punto 1. “Ellos”Alfredo advierte de que –como dice santa Teresa– es falsa humildad n contar a los hermanos las experiencias espirituales que uno ha tenido. Eso sí, ha de reconocer que se trata de un regalo de Dios. Contar lo que a uno “le llega” es como poner en común un “regalo” que uno recibe: hay que tratar esas comunicaciones que se reciben como “cosas”. Si las recibimos, están ahí y, sencillamente, las analizamos y contamos, como se cuenta una cosa que nos ha sucedido. Lee el correo que ha enviado Juan Carlos Quero, Granada: dice entre otras cosas: “Iré, poco a poco, practicando, aprendiendo a relajarme y a desconectar”… “Iré practicando, porque me he dado cuenta de que, realmente, es la verdadera forma de rezar y conectar con el Más allá, y no quiero que mi vida sea un pasar sumergido en la rutina.” Julio: Alude al correo que envió José Carlos, Santiago (A Coruña) sobre “La nube del no saber” que habla de la “oración centrante”, que -decía José Carlos- ha introducido a muchos católicos y protestantes en la contemplación. Julio nos cuenta que ha encontrado esta obra en Internet, poniendo simplemente el título de ella entre comillas y destaca la atención especial que, para él, merece este punto. Nos aconseja asomarnos a este medio de comunicción.Punto 2. Memoria y experimentación.Momi, Madrid. Comenta un texto del Evangelio del domingo 5 de noviembre: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón…” Hoy por hoy, dice con enorme sinceridad, tengo que reconocer que no he experimentado esto. En muchas ocasiones, sí el amor al prójimo… Como consecuencia del fallecimiento de Gloria, me sentí perdida y sin comprender que ese Dios que nos quiere tanto, me hubiera dejado sin la presencia de mi hija. Lo contrario que le ocurrió a mi marido, que desde el primer momento sintió mucha paz interior y continuó con gran esperanza… En ocasiones, hablo con mi marido y coincidimos en que ahora lo que queremos es impregnarnos de todo el Amor del Padre, con todo lo que esto conlleva. No nos sirven las medias tintas. Comprender, por mi parte, que antes que yo, a Gloria y a nuestros seres queridos que partieron y a todos nosotros, nos quiso El antes. Por eso necesito sentir que a El lo amo y, para terminar, me gustaría poner en total práctica la siguiente frase atribuida a Conficio: “Me lo contaron y lo olvidé. Lo vi y lo entendí. Lo hice y lo aprendí”. Nati, Mallorca. “El amor a Dios -dice- está en mí por encima de mi familia”. Ve la necesidad de conocer a Dios y amarlo. Alfredo: Alude a los índices que está preparando sobre los Evangelios. Ve lejos eso de dejarlo todo para adquirir el campo con un tesoro a que alude una de las parábolas. Dice que se queda alucinado cuando lee lo que dice Pierre, en la línea del Evangelio, sobre el trabajo o la caridad. Siente muy a fondo lo que dice Jesús: si tienes algo contra el hermano, deja tu ofrenda en el altar y ve primero a reconciliarte con tu hermano. ¿Hasta dónde debe entenderse esa radicalidad del Evangelio? Antonio: opina que hay que entender esta radicalidad en el sentido espiritual de renunciar a uno mismo. Milagros: Hay momentos que sí puedes sentir con intensidad que “tú eres Cristo y que Cristo es tú”, pero es sólo un momento, no se puede pretender vivir esto siempre. MaríaL.: San Juan de la Cruz, decía el P. Francisco en su conferencia, no despreciaba al mundo. Hay que amar al prójimo como El amó. Esa debe ser la aspiración, pero sin despreciar al mundo. José Luis explica a las nuevas madres que han venido que, si se habla de Jesús, es porque “ellos” nos hablan de El por la cultura que han recibido, por su educación, etc. No se pretende hacer proselitismo. Julio: Me ha sorprendido la palabra “amor”. No os hablo como creyente y menos como practicante; pero sí quiero deciros que me vi bastante reflejado en lo que se dice, en el Cuestionario, sobre “saber de memoria” y “experimentar”. Del Evangelio siempre me ha llegado dentro lo que dice Jesús del Reino de Dios para inculcar una verdad absoluta que El vino a traer a los hombres y que se sintetiza en esto: “que Dios os quiere, que para eso estáis en el mundo. El contaba las parábolas para decir que esto no podía hundirse, que de lo más insignificante surge lo más grande. Que no podéis quedaron con otra cosa. Para mí, el mensaje del Evangelio es eso. Pero yo no he dado el paso. No es suficiente conocer. Tienes que creértelo, pero, por lo que sea, no sé dar el paso. Si entendemos este mensaje, no podemos quedarnos tan tranquilos. Te lo sabes, pero no lo has experimentado. Me falta incorporarme a ello. Los místico sí creo que dieron este paso.” Ana: Hay gente que lo vive y no lo analiza, ni tiene nada que analizar. José Luis: cuando tienes esa experiencia, no tienes que entender nada. Sientes siempre que estás en deuda. Siempre me quedaré corto. Soy feliz. Gracias a que mi hija murió, yo vivo. Me vino la vida a través de ella muerta. Alfredo: dice Conan Doyle que, antes de venir, a este mundo, elige uno lo que va a ser. Nati: dice creen en la reencarnación. Rosa pregunta: ¿Vivimos, entonces, antes de venir a este mundo? Alfredo: los mensajes del más allá sobre esto no son coincidentes. No tenemos argumentos suficientes para decir que eso es un tesis, sólo tenemos hipótesis. No todo lo que nos dicen desde el más allá coincide en este punto. Jesús: Tenemos que aprender a vivir sin certezas.Punto 3. Resultados. Esther: “Voy a ser un poco disidente- dice. Pondré un contrapunto distinto a lo que se ha dicho. Se pregunta: ¿Por qué estos descubrimientos [sobre el más allá], si son tan importantes, no se difunden?”  Plantea que, sobre el más allá, no existen evidencias, sino percepciones. Su racionalidad le lleva a que lo que le entra por el sentimiento, tiene que filtrarlo uno por la razón. No puedo autoengañarme, dice. Mi posición ante estos temas es de mucha cautela, porque soy muy racional. Hay que pensar y sentir, pero con un equilibrio. Yo me alegro de las experiencias que algunos manifiestan aquí. No discuto que perciban lo que dicen percibir, lo que a mi juicio no se puede es demostrarlo. ¿Cómo veo yo que ve el grupo el tema del más allá? El 90 % con un dolor desbordante. Esto es lo que nos une en el grupo a los que hemos perdido un ser querido y lo que nos hace comprendernos. El tema del más allá os sirve de bálsamo, pero hay una fase peligrosa. Estamos tan necesitados de saber de nuestros seres queridos que se han ido que tenemos el peligro de ser víctimas del fraude. La experiencia me dice que tenemos que ser muy cautos en todo lo que vayamos aprendiendo aquí, o leyendo, o escuchando. Hay que tener cuidado para no convertirnos en víctimas del engaño y del abuso de nuestra buena fe. Antonio: plantea el tema de la ciencia, de cómo rechaza estas cosas. María L: hay cosas que van más allá de la ciencia. No hay ningún instrumento que demuestre que existe el amor, que tú quieres a tus hijas. Julio: la ciencia no es una ética que explique al hombre cómo debe obrar. Explica cómo es el mundo. Pero lo que debemos hacer debemos deducirlo cada uno. Julio: a mí, preguntas así [como las de este Punto 3] me traen problemas. En la última comunicación, veo puntos de vista contrapuestos: Elías se manifiesta totalmente generoso con el aporte de Grosseto y ve con optimismo lo que la ciencia va aportando. Mª José Valdelomar, por el contrario, no ve ninguna relación entre Ciencia y Fe. Como, para la ciencia, es impensable la comunicación del más allá, la niega simplemente, no admite esto. Alfredo nos pregunta entretanto: ¿Por qué no se habla más de estas cosas? Dice que, en realidad, se habla bastante de temas relacionados con el más allá. En un kiosco te encuentras fácilmente con 10 revistas que hablen de temas relacionados con esto. Aparecen películas, programas de TV sobre fenómenos paranormales, etc. se habla de esto, aunque no encuentro referencias en el campo de la medicina. Hay información sobre fenómenos paranormales, pero no es completa. ¿Qué nos sucede entonces? Algunos, somo Alfonso, se sienten, al igual que Festa, “catapultados”: ante la experiencia de otras personas que le merecen confianza, presta su asentimiento. Pero los que tenemos esa vivencia personal, intentamos una evidencia científica. Volvemos al método científico: buscamos pruebas. el científico, si no tiene pruebas, no te creerá, [dice refiriéndose a Margarita]. Feli, Zamora: Usted, por lo que veo, no cree en estos fenómenos. Julio: yo, como persona, tengo mi opinión: sí creo en los fenómenos, pero la interpretación a la que llego es distinta de algunos de vosotros. Tenemos que respetar la opinión de Alfonso y también la de la ciencia. En el caso de Mario, que ha estado en Grosseto, viendo las experiencias de Bacci, él, como científico, sabe que puede aportar las experiencias y las comunica; pero se equivoca cuando da una interrelación a esos fenómenos. Como científico no puede dar una interpretación. Eso es algo personal. Termina con una cita de Einstein: «La más bella y profunda emoción que os es dado sentir es la sensación de lo místico. Ella es la que genera en nosotros la verdadera ciencia. El hombre que desconoce esa emoción, que es incapaz de maravillarse del encanto del asombro está prácticamente muerto. Saber que para nosotros aquello que es impenetrable realmente existe, se manifiesta como la más excelente sabiduría y como la más radiante belleza…» Termina diciendo que si nosotros tenemos las vivencias, tenemos que publicarlas y acabar así convenciendo a los científicos de que nos deben felicitar la comprensión de estos fenómenos.4. Aplicación a los Talleres de Trabajo. Clara aprovecha el poco tiempo de que dispone para aplicar a los talleres lo que dicen festa, König y Schlüter. Destaca la constancia que se da en ellos y que ella ve que debe aplicarse especialmente al Taller de la Transcomunicación. Insisten ellos y ella lo subraya en la necesidad de apoyarnos en médiums. Tal vez éste fue el fallo de la experiencia que se hizo siguiendo la estela de Scole: no teníamos médiums. De Ana Schlüter ve sobre todo aflicción a “El Vuelo de la mariposa”. Ella está haciendo un curso de ZEN y ve en él aplicación a la contemplación y al “Vuelo…”